EL FORO NACIONAL DE INSTITUCIONES MÉDICAS, es la entidad representativa en el orden Nacional de las Entidades que nuclean a nivel nacional, provincial y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a los Médicos que desarrollan sus actividades en las distintas formas de Ejercicio Profesional, y cuyo objetivo fundamental, además de la reivindicación de los legítimos derechos de sus adherentes, gira alrededor de la defensa de la vida y la Salud de la población, entendida esta como la dignificación de la Atención en tanto esta no sea concebida como una mercancía o dadiva, sino como expresión de un legítimo Derecho.
Realiza sus acciones sin condicionamiento alguno de tipo político, religioso, racial o económico, declarándose prescindente en cuestiones que involucren intereses diferentes a aquellos que atañen a su rol especifico.
Como tal, no puede mantenerse al margen de denunciar las consecuencias del avance a nivel mundial de la denominada globalización de la economía que ha profundizado la brecha existente entre los sectores más ricos y los más desposeídos, agravando el proceso de marginación hasta llegar a crecientes grados de exclusión social, lo que repercute en dolorosas estadísticas de morbimortalidad, desempleo, necesidades básicas insatisfechas, muchas de las cuales creíamos superadas en el avance de la civilización hacia el tercer milenio.
Ante el preocupante panorama de un mundo que privilegia los valores materiales sobre los espirituales y morales, y promociona la actitud materialista e individualista como estrategia de supervivencia, se torna imprescindible rescatar las actitudes éticas y las conductas honestas y desinteresadas, así como oponer a los que proponen la salvación del individuo aislado en desmedro de los demás la ejecución de políticas solidarias que aseguren el desarrollo integral de los seres humanos en el contexto de una sociedad cada vez mas justa y equitativa.
El mundo marcha hacia un esquema económico que favorece a aquellos que hayan podido adquirir conocimientos indispensables para encajar dentro de las organizaciones que dominaran el mercado en la próxima centuria. Los que no hubieran alcanzado tal grado de desarrollo técnico serán los nuevos marginados de aquellos mercados laborales en los que se puedan alcanzar niveles de vida que permitan el desarrollo armónico e integral de los individuos y sus familias.
Estos marginados estarán destinados a cumplir con las tareas más básicas y peor remuneradas, lo que impedirá que sus hijos puedan superar a sus padres en la escala social, mejorando sus posibilidades de futuro.
Hoy, los niños hijos de padres desocupados o subocupados, que deban sustituir su posibilidad de educación para atender a contribuir al mantenimiento de la familia, ya sea con empleos de retribución y condiciones indignas y remuneraciones paupérrimas, ya sea tratando de vender en forma ambulante productos generalmente prescindibles o innecesarios, ya sea ejerciendo la mendicidad, son los que no podrán alcanzar ese grado de desarrollo que les asegure la inserción en el mundo del futuro.
En el mejor de los casos, la solidaridad social intentará rescatarlos e incluirlos en un modelo humanizado, en el peor de los casos, llegarán desnutridos o hipoalimentados, lo que condicionará una serie de eventos que pondrá en peligro su subsistencia: la desnutrición produce deficiencia en la capacidad de fijar conocimientos, con lo que no solo no podrán aprender lo que necesitan para defenderse en dicha sociedad tecnificada, sino que además la misma hipoproteinemia disminuirá sus defensas contra las enfermedades transmitidas por gérmenes y virus, exponiéndolos a las enfermedades de la pobreza.
Si el mundo que estamos construyendo para nuestros hijos no cambia ya, no hay futuro para ellos y seremos arquitectos de su destino, un destino de marginalidad y exclusión del que tarde o temprano deberemos avergonzarnos.
En ese marco, promovemos un sistema de salud como política de Estado, superadora de las antinomias sectoriales, exigiendo el compromiso de todos los interesados, comenzando con las fuerzas políticas e involucrando a la comunidad a través de sus organizaciones intermedias, titulares de los destinatarios finales, que reemplace a la anarquía imperante en el momento actual, señalando el rol protagónico e irrenunciable del Estado como garante de la equidad social.
El Sistema de Salud que propongamos debe ser integral, interrelacionando los diversos subsectores, haciendo hincapié en la atención primaria y en la prevención, asegurando la accesibilidad de todos los habitantes a una atención digna, oportuna y adecuada al avance de la ciencia y la tecnología, con una fuerte presencia reguladora del Estado para que la salud no sea tratada como una mercancía liberada a las leyes de Mercado.
Para ello se deben garantizar fondos suficientes provenientes de distintas fuentes, sin deserción por parte del Estado, que compensara con aportes presupuestarios, lo indispensable para el logro de aquellos objetivos.
Es menester destacar con la debida seriedad las condiciones del trabajo Médico, siendo imprescindible fomentar un ámbito laboral donde se desarrolle la profesión dignamente. El Estado debe promover estas condiciones, para un mejor aprovechamiento del recurso humano, lo que posibilitará una salud de mejor calidad.
Señalamos, sin embargo, que cualquier política de salud no será exitosa si no se integra en una política social que logre el pleno empleo, educación para todos, eliminación de la pobreza, vivienda digna, niveles nutricionales adecuados, todo ello enmarcado en un clima de democracia, libertad, respeto, solidaridad y justicia. Los diversos sectores del campo de la salud, el Estado, las prestatarias, las entidades representativas de los prestadores, hemos cometido en estos últimos años, errores y omisiones. El FORO considera que su reconocimiento, posibilitará que la actitud para el futuro sea superadora de los mismos y no de juzgamiento, salvo la corrupción y el delito.
En tal sentido, creemos en la necesidad que los sectores sociales realmente interesados en el mantenimiento de condiciones de vida de la población compatibles con un alto grado de desarrollo social, comiencen a llevar a cabo acciones conjuntas que transmitan a los verdaderos responsables de dicha tarea ante la sociedad, que los mismos se están aproximando para reclamar enérgicamente por los que no pueden defenderse, por los que son victimas inocentes de políticas que no los tienen en cuenta como seres humanos.
Por todo ello, EL FORO NACIONAL DE INSTITUCIONES MÉDICAS exhorta a todos los involucrados a aunar esfuerzos en pos de una solución que gire alrededor de la persona plena en su dignidad humana, en un sistema racional, humanitario, creativo y transparente.