“Los médicos necesitamos otro tipo de reconocimiento del Estado”
El Presidente del Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires y del Distrito V dialogó con Radio UrbanaBA y se mostró preocupado por la indisciplina social para cuidarse de los contagios de COVID-19. Se refirió a la ocupación de camas en el conurbano y reclamó que los médicos deben tener más ayuda por parte del Estado.
Ruben Tucci, presidente del Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires y del Distrito IV, dialogó con radio UrbanaBA sobre la creciente ocupación de camas en el conurbano y se refirió a los descuidos sociales que generan el aumento de los contagios.
¿Cuál es la situación de la ocupación de camas en el conurbano?
Cambia de un establecimiento a otro, o de una localidad a otra. La Región V tiene a San Martín con el mayor número de casos. Hay Hospitales como el Interzonal que tiene colmada la capacidad, otros no. El porcentaje llega a un 65 o 70% de ocupación de Terapia Intensiva. Cuando se habla de cuarentena se busca que no se ocupen totalmente las camas de Terapia y no colapse el sistema para poder dar respuesta a la población. La situación es difícil. Hay mucha indisciplina en la gente, lamentablemente, en cuanto a cuidado, contactos, uso de barbijos, lavado de manos. Hay reuniones familiares o sociales, que son lo más preocupante. Esto pasó en provincias que tenían controlado el virus y con cualquier pequeño descuido comenzó el brote. También pasó en España, en Catalunya, y comenzó nuevamente a tener más casos. Esta patología tiene una mortalidad relativamente baja, pero hace estragos en personas de más de 60 años si tienen patología agregada.
Hace algunas semanas el infectólogo Eduardo López nos decía que el 2,5% de los infectados termina necesitando asistencia en una Terapia Intensiva.
Si, ese es el número.
Con los números que están llegando hoy entre 150 y 200 personas por día terminan necesitando Terapia.
Pero el total termina siendo bastante menor, porque muchos pueden cursar aislamientos en sus domicilios con controles, pero muchos sí la terminan necesitando. Muchos creen que se contagian y listo, y quedan inmunizados, pero no es así. Hemos detectado incluso en colegas jóvenes que terminaron en terapias por tres meses. Hay que cuidarse bien. Es un error contagiarse para luego tener inmunidad, porque es algo que aún no se conoce, no se sabe si deja inmunidad o no, o si es tipo influenza que todos los años requiere vacunas. Hay muchas opiniones pero ninguna certeza. Hacemos hincapié en el adulto, el que tiene más de 60 años. La situación psicológica no es fácil, mucho más para los niños. Los especialistas de salud mental nos dijeron que hay una sincronía entre el adulto joven, el chico y el adulto mayor. Para el chico el tiempo no pasa nunca, los días se hacen larguísimos, y para los adultos el tiempo vuela. Para los chicos no pasa el tiempo, y genera angustia, melancolía, trastorno de conducta. Hay que tratar con cuidado, en espacios libres, sacarlos para que paseen y se libere mentalmente.
¿Cómo se está portando el Estado en el cuidado de la salud de los profesionales?
No es el cuidado que todos requerimos. Los colegas están en la trinchera, expuestos al contagio. Más allá de los aplausos de la gente, se necesita otro tipo de reconocimiento del Estado, que salió en ayuda de las clínicas o sanatorios, y no lo hizo con los consultorios de los médicos. El colega tiene que cerrar el consultorio y deja de atender a un sector importante de gente. Es importante la atención directa en cada barrio, que descomprime a los Centros de Salud. Nos tienen olvidados. También económicamente. Había un aporte de 5.000 pesos a los que trabajan en el ámbito sanitario, no es una fortuna y no lo han dado. La protección a veces la aporta el Estado, pero se requieren elementos adicionales. Creo que no hubo mucha ayuda. Lo hago extensivo a nivel nacional. Debemos tener otro reconocimiento. Siempre estuvimos, en toda pandemia o emergencia. En este momento, el contagio del equipo de salud, es de entre 5 y 7%. Estábamos en el 12%. Bajó porque aparecieron algunos mejores equipos, que vinieron de china o que se empezaron a producir acá.
Es desconcertante lo de la OMS. Ayer dijeron que no tiene ni idea de cómo va a seguir esto, que es para largo, y que no tiene certezas.
Es una barbaridad. Incluso en el comienzo, en la recomendación de uso de barbijo. Hubo una demora de 60 días para recomendarlo, que fueron fundamentales. Cuando se ve en las sociedades orientales que siempre están con barbijo. Esa lentitud significa muertes. No sabemos cómo sigue esto. Algunos creen que con la vacuna, al ir quedándose sin huésped, se va debilitando. Pero no quiero asustar a la población hasta que no tengamos datos de certeza. Los contagios tienen que ver con el hacinamiento. El 40% de nuestra población es pobre, y viven en una sola habitación y el contagio existe. Es una variable importante. Vamos a tener que encarar un plan de vivienda o social mucho más fuerte.